América Latina, valiente y generosa madre, está de fiesta, sí de fiesta y sueños, de fiesta y gloria por el triunfo de José Mujica Cordano ex guerrillero Tupamaro, elegido Presidente por el Frente Amplio en la hermana República del Uruguay con un porcentaje de votación que ya supera el 60%.
Luego de una vida signada por la lucha armada, sus prisiones y torturas como preso político, Mujica llega a la presidencia de su país, convirtiéndose en el primer guerrillero en América del Sur que llega al poder por la vía pacífica; demostrando así, que la historia cambia en la formas de lucha, pero no olvida a los que entregaron su alma y juventud en la búsqueda de la patria nueva con justicia y equidad para todos sus ciudadanos.
El triunfo del Frente Amplio implica una derrota importante para la derecha uruguaya representada por Luis Alberto Lacalle del partido Conservador y lo convierte en la primera fuerza de izquierda en Latinoamérica que gana en forma consecutiva un gobierno, sin ir necesariamente a la reelección, plaga generalizada en nuestros pueblos.
Mujica continuará con la política neodesarrollista iniciada por el presidente saliente Tabaré Vásquez lo que significa el crecimiento de la propiedad pública y el fortalecimiento de la administración popular, cambiando las leyes neoliberales de la explotación e injusticia por el beneficio y bien común de sus gobernados.
Uruguay está entre los pocos países que no ingresó en recesión por la crisis mundial, al contrario, mantuvo su crecimiento con un índice del 20%, ha triplicado el presupuesto en educación y duplicado el de salud, también los salarios aumentaron en comparación a los 90 del 5 al 25% .Lo que expresa, el avance en términos de igualdad y modernización económica.
Con un llamado a la unidad y al trabajo en equipo, el nuevo presidente, invitó a los partidos derrotados, incluida la derecha, para fraguar el desarrollo del país; tranquilo, en su chacra, cultivando legumbres, disfrutando de un buen mate junto a su esposa Lucía Topolansky, compañera también, senadora con mayor votación en las elecciones del 25 de octubre.
La experiencia de Mujica nos conduce a nuestro entorno político, al partido Patria Libre que tiene entre sus militantes a ex guerrilleros del MRTA que cumplieron sanciones penales y ahora, en pleno ejercicio de sus derechos civiles, constitucionales están participando en sus comunidades y organizaciones sociales, evidenciando así, que la lucha armada respondió a un contexto ya pasado y que ahora el poder popular se alcanza democráticamente.
La izquierda peruana debería aprender la lección marcada en Uruguay y no repetir ambiciones y caudillismos desfasados en el tiempo que nos lleven nuevamente a la derrota y a la marginación de peruanos y peruanas que anhelamos vivir mejor en un ambiente de paz, libertad y justicia social.
“El poder no está arriba sino en el corazón de las grandes masas”
José Mujica Cordano.
¡Sin Luchas… no hay Victorias!
PATRIA LIBRE.
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