PATRIA LIBRE

Hoy es abril, hoy es siempre.……………………

NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR, HERMANO

A Néstor


Resulta difícil hablar de ti,
por la turbulencia de los sentimientos que aprietan,
que limitan encontrar las palabras justas,
las frases a la altura
de la inmensa dimensión de tu ser,
de la grandeza que irradias.

Creciste con la palomillada de El Porvenir,
jugando fútbol en el asfalto
del ahora famoso Mundialito,
junto a la Princesita y al criollismo
de los callejones aéreos.
Pronto llegaron las responsabilidades,
a ganar el pan con el sudor de la frente,
se ha dicho;
esos pasos te llevaron a la fábrica
donde encontrarás al Cholo Hemigidio,
al futuro Tragabala Lucho,
con sus ideas de cambiar el mundo,
de ponerlo de cabeza.
Mezclando travesuras con formalidad,
joven aún, sin dejar la alegría
asumes la secretaría general
dando inicio a tu marcha de gigante,
para luchar por el retorno de los despedidos,
para luchar contra la decisión malvada
de cerrar la fuente de trabajo.
Doscientas familias eran tu responsabilidad,
que serían arrojadas al hambre
pues las maquinarias desaparecían
ante la complicidad e indiferencia
de la burocracia corrupta.

Sólo quedó tomar la fábrica
Ubicada en la combativa Carretera Central,
decisión que se ejecutó el día de los Inocentes del 78.
Varias semanas fue porción de zona liberada.
Irradiando mensaje combativo
hacia otros sindicatos, a los barrios,
hacia las provincias que se solidarizaron,
en hermoso gesto propio de los humildes.

Por ser justo estuviste a punto de ganar
el derecho reclamado,
pero los poderosos de siempre no lo permitirían,
aquella madrugada del 4 de febrero del 79,
las fuerzas del mal rodearon “Cromotex”
pero encontraron tu respuesta
que retumbó como trueno en el cielo veraniego
¡LA CLASE OBRERA NO SE RINDE, CARAJO!
iniciándose la batalla desigual.

Setenta obreros contra mil adversarios,
Ustedes con el pecho descubierto, con piedras,
Mecheros, molotovs;
ellos con chalecos y escudos, fusiles, balas, bombas
vehículos blindados.

Volaron a la inmortalidad
Hemigidio con cinco hermanos,
pero también cayó un capitán represor.

Sobreviviste al dolor de la pérdida física
de los compañeros,
por tu fortaleza y por los hermosos sueños,
que ya te colmaban.
Gracias al cariño y movilización
de nuestro pueblo solidario,
gracias a los familiares tenaces
saldrán en libertad,
luego de meses de injusta carcelería.
Había que buscar ese camino especial:
la lucha reivindicativa
por muy heroica y sacrificada que fuera,
no era suficiente para cambiar nuestro Perú,
para acabar con la injusticia de siglos,
para acabar el sufrimiento de las mayorías.
Así encontrarás ese pedazo de día,
el entonces pequeño resplandor tupacamarista,
que perseguía los sueños de Micaela y José Gabriel,
de Lucho de la Puente y el MIR del 65,
de miles de trabajadores
y campesinos precursores,
¡ ¡Llegaste para siempre,
cubriendo de gloria este camino!!
Coraje, firmeza, pero también grandeza,
respeto al rendido, al prisionero;
fueron tus características;
recorriendo paso a paso
de combatiente a militante,
de la célula al Comité Central,
con tu sencillez de siempre, con tu alegría,
tu confianza en el futuro.
Quienes compartieron contigo
conocieron esas y otras cualidades elevadas,
conocieron también de tu dolor inmenso
ante la pérdida definitiva de los más cercanos:
Evaristo, Muchachón, Oso, Rafillo
Oscar Torre, Toni y otros.
Fuiste parte de las acciones más importantes,
de las campañas mayores
como la legendaria e histórica de
octubre y noviembre del 87
en el bello San Martín,
cuando los pobres, los humildes de la Patria adolorida,
sintieron con más fuerza la esperanza de redención,
cuando nació el Ejército de los pobres, tupacamarista.
¡ ¡ Rescate victorioso, hoy 9 de julio ¡ ¡
¡ ¡ Se fugaron los tupacamaristas ¡ ¡
¡ ¡ Volaron del penal de máxima seguridad ¡ ¡
Gritaban felices los canillitas,
conmocionando al mundo culminabas en triunfo
esa tarea y la responsabilidad general
que asumes a comienzos del 89;
valiosos camaradas se reincorporaban:
Víctor Polay, Oscar Torre, Fernando Valladares,
Lucero Cumpa, Rambito, entre otros.
Luego, volverás a la espesura de la selva Nor oriental
que te recibirá cálida, fraterna,
donde construirás extraordinaria fuerza
política y militar,
en relación de respeto y cariño
con el pueblo charapa aguerrido.
Pero nuevamente la responsabilidad general te reclama
a mediados del 92,
luego del funesto 5 de abril
que la dictadura mafiosa
intensificó su ofensiva contra el pueblo
tendiendo manto de oscuridad,
de corrupción, de crimen, de impunidad.
Como en la madrugada veraniega en la fábrica,
con los mismos sueños, con la misma firmeza
escuchamos tu grito
¡ ¡ Mientras haya hambre y represión
aquí nadie se rinde, carajo ¡ ¡
que fue la misma expresión
en el combate de la Molina a fines del 95.
Otra consigna, que es la línea de nosotros
se abrió en el horizonte
¡Mientras haya un tupacamarista en prisión,
no descansaremos hasta verlo libre!
así llegó la toma de la residencia
del embajador del Japón.
Catorce guerreros heroicos
entre ellos los entrañables Roli y Eduardo,
remeciendo al mundo ¡Cambiaron nuestra historia!
por fin se conoció la realidad inhumana, brutal
que vivían miles de presos políticos,
siendo más grave lo que ocurría
en la base militar del Callao
donde la tortura psicológica ha sido lega,
contra nuestros camaradas,
cárcel tumba se le llamó con certeza.
Los pueblos del mundo conocerán también
que la mejoría del país era pura fantasía
pues la pobreza crecía, sin esperanza de solución..

De frente, con coraje
enrostrase al dictador infame,
mañana, cuando la verdadera historia se escriba,
estamos seguros que ocuparán páginas gloriosas
la acción tupacamarista en la Residencia,
que contribuyó en la reactivación de las masas,
potenció a los jóvenes
que junto a otros sectores populares
se movilizaron contra el fujimorismo depredador,
agitando ¡El miedo se acabó¡
Tu grandeza, tu humanismo, tu inmenso corazón
fueron conocidos por el enemigo,
supieron que no causarías daño alguno
a los prisioneros que en la Residencia,
estaban bajo tu responsabilidad,
que los protegerías aún a costa
de vuestras vidas valiosas.
Así llegó el 22 de abril del 97,
sabías que era posible
que el vencer o morir dejaría de ser una frase,
y fuiste al encuentro, digno, sereno,
en el momento final
seguramente pasaron por tu mente,
los camaradas añorados,
la fábrica, el Cholo Hemigidio,
los bellos paisajes de San Martín,
tus hijos queridos, la Negrita.
Hoy estás junto a otros inmortales
seguramente peloteando en el asfalto del Olimpo,
con los que te precedieron,
con los que te acompañaron
en el supremo instante,
confiados en que otros corazones
otros brazos seguirán el camino abierto
que recorriste, fulgurante, glorioso.
No te preocupes,
las semillas que ustedes sembraron
darán bellos frutos en el seno del pueblo,
al que amaste entrañablemente,
los que aún somos y sentimos,
seguiremos firmes en el camino
que tantas horas y sueños dedicaste,
esos nuevos frutos culminarán vuestra obra,
y entonces entre cantos, banderas,
marcha de millones
¡¡Nos volveremos a encontrar, querido hermano¡¡
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